sábado, 28 de agosto de 2010

la tristeza


a veces yo me pregunto porque es que la tristeza se permite entrar así, como por su casa, y ocupar mi casa entera, con sus piernas largas y sus brazos eternos, envolviéndome como si yo hubiese pedido ese abrazo.

y el dolor del ayer lo doble cuidadosamente, guardado allí en donde nadie podría nunca adivinarlo,  para no tener que sentirle nunca, nunca mas...

pero hay días así, en los que uno no puede saber porque, pero ese recuerdo te asalta, y miras exactamente el momento que determino todo, los momentos que permitiste que las oportunidades se te fueran, y entonces, tras la tristeza, entra la rabia arrasándolo todo, como esa ráfaga de viento que se coló cuando abriste esa puerta, y ni siquiera tuviste tiempo de adivinarle, o de prepararte, y todo se levanta, se eleva, se revuelve, y cuando finalmente la cierras, solo nos queda recoger de nuevo todos esos pedazos de lo que fuimos, de lo que somos, y volver a andar este camino sin mas remedio que sabiendo que allí sigue, que sigue doliendo y que nada puede nunca borrarlo.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario