No todas las veces en que uno se sienta a imaginar si era aquí a donde quería haber llegado es este el sitio en el que quería estar. Y no, no es que uno se arrepienta, mas bien es el hecho de saber que la vida se nos acaba, que la vista y el oído se han ido deteriorando, que los músculos de nuestras piernas no son ya tan fuertes, que las manos no pueden abrir esas tapas de la mermelada que antes nos parecía un acto fácil de llevar a cabo.
A veces recuerdo a mi abuela, esa mujer que desde que yo la recuerdo era una viejecita, no porque caminara curva o lenta, sino porque hablaba del pasado con tanta frecuencia que tal parecía que su presente no existía.
Y así nos vamos haciendo los seres humanos, menos fuertes, menos rápidos, menos flexibles, menos pacientes, menos audaces. Dice la canción de Silvio, que con diez años de menos habría blasfemado, para que los cobardes tomaran ejemplo...o como dice esa canción que re-descubrí en mi pre-festejo "20 años" hoy represento el pasado, no me puedo conformar...
Pues si, voy llegando a la edad media, con los ojos bien abiertos, con el corazón lleno y con un enorme deseo de sentarme a recordar.
Viva la vida dijo Frida Kahlo, Viva la vida!
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