Porque
es terrible llegar al punto en que no hay barreras, ni límites, y nuestros corazones se cansaron de tener el cuidado de usar las palabras con
delicado encanto.
Porque
es terrible admitir que hemos dejado de amar con cuidado, con cariño, con deseo de conciliar.
Porque
es aun mas terrible admitir que no hay forma de rescatar ese instante preciso justo
antes en que nos permitimos dejar de respetarnos porque quisimos simplemente
descargar el enojo, la rabia, la lluvia de sentimientos reprimidos en contra
del uno y del otro.
Por
todo eso y porque para el tiempo jamás hay marcha atrás, miro el retrato de lo
que nos dijimos y me llena la tristeza los ojos de lagrimas….y el corazón se
sienta a llorar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario