Caminaba esa misma caminata de todos los días, y escuchaba a los pájaros alborotados anunciar la llegada de esa nueva estación del año. Me pareció curioso recordar algo que dijiste acerca de la temperatura y la certeza, no mas bien, la seguridad con que mencionas siempre estas cosas.
Poseedor de la verdad. Eso lo dijo una vez mi madre, que ella creía que a ti te gustaba creerte, o quizás mas bien, sentirte poseedor de la verdad.
Recuerdo que cuando dijo esto, yo me sentí como en ese sillón donde usualmente me pongo yo misma, en el de las explicaciones. Sentí esa necesidad, ese golpe en la cara de calor que precede siempre a ese absurdo deseo de querer que todos sepan, que todos entiendan, que nadie se quede con la idea equivocada, y así, en esa ocasión también explique.
“No, no se cree poseedor de nada, simplemente así se expresa, pero es el primero en admitir cuando esta equivocado.”
Y así era hace tantos años, así lo sentía y así lo creía, de eso estoy cierta.
Cuando cosas como estas me asaltan mi mente da saltos enormes, pienso en lo que uno no sabe antes, cuando uno es joven, pienso en lo que hoy se y me pregunto como es que uno se podría volver a atrever.
Los jóvenes cuando se quieren, se atreven a esa osadía de la vida de pareja porque no saben, no tienen ni una sola idea de lo que implica el convivir con esa persona todo el tiempo, en las buenas y en las malas, uno lo dice, pero no lo sabe.
En realidad uno solo puede imaginarse eso de en las buenas y en las no tan buenas, porque en realidad no conoce las malas.
Trato de imaginar, como seria si de verdad me pudieras ver en mis malas antes de, de verdad te atreverías a pedirme que viviera el resto de la vida contigo?
“Los años son pues mi mordaza o mujer, se demasiado me convierto en mi saber…” y la canción me asalta, y yo sonrío, se que hoy, si alguien te preguntara que tanto estarías dispuesto a intentar que las cosas fueran siempre azules y rosas y violetas, como las nubes de los atardeceres, no sabrías si deberías de contestar con la razón o con el corazón.
Yo a veces tengo desilusión de no poder dar siempre lo mejor de mi, de ser yo en todo mi esplendor, irritable, dispareja, sensible, llorona, quejosa, miedosa, melancólica, ausente, triste, distraída.
Si supiéramos en verdad eso de en las malas, será que nos atreveríamos?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario