Como en muchos muchos años atrás, alguien decide que ese día ha de ser especial para uno y se hacen los preparativos y se organizan las comidas o los postres, y te llueven regalos que nunca creo que me tocaran de nuevo, pues a los 59, quien espera que tus invitados te traigan regalitos?
Si mis planes hubiesen sido distintos, yo misma habría organizado mi cumpleaños en mi mini-casita, donde ahora tengo el gusto de haber pintado un par de mesitas como jugando y donde he plantado mi primer árbol.
Hace algunos años, pensando en esto de que los cumpleaños los hizo siempre especiales mi mamá, había escrito algo como que mi cumpleaños no seria nunca lo que había sido durante su existencia; pero en esta ocasión, vi en mis hermanas esa intención y eso deseo, recibí amor y atenciones que no había recibido en tanto tiempo, que cosas tiene la vida, decía la canción.
Uno se cree que ha aprendido o cambiado pero la verdad es que hay una memoria casi medular de lo que te fue otorgado por tus padres en tu niñez, que te regresa a esa era en el tiempo cuando las hermanas eran todas una unidad, en tu cumpleaños solo existías tú como centro, y el mundo a tu alrededor quería que hubieras tenido un día ideal.
Asistieron los primos de la vida, que siempre participaron en mi vida en la adolescencia y la juventud, y mi papá, que aunque tiene siempre cara de cansancio, parecía también estar feliz de participar del festejo.
Como será si yo llego a sus 83? tener 20 más enfrente para festejar? antes me daba un poco de horror pensar en tener que vivir tanto tiempo más. Pero parece que eso también es algo que uno cambia conforme se hace mas viejo. No importa que tan vieja me ponga, no importa si estaremos todavía aquí todos los que estamos, uno quiere imaginar cómo sera cuando lleguemos a viejos.
Por lo pronto conservo este retrato de lo que fuera mi super cumpleaños número 59
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