La libertad

 Como todos los años llegamos al final del recuento de los famosos trescientos sesenta y cinco días. El año viejo se despide con fiestas y abrazos y buenos deseos. Hay quienes hablan de los nuevos propósitos y las nuevas metas. 

Yo pienso en eso de los rituales. Como cerrare este año? Este es el primer año en que la libertad me permite hacer planes sin límites. Que extraño es esto pienso yo. Toda la vida piensa uno que tiene ese derecho pero como nos entregamos a las rutinas y a los trabajos que elegimos, nuestras opciones son siempre limitadas por los horarios que nos atrapan en sus redes infinitas. 

Este año yo tengo la enorme oportunidad de la libertad. 

Que se puede hacer con ella? 

La libertad trae sus consecuencias también, la capacidad de llenar nuestros días de actividades es enorme, sin embargo muchas veces el día desaparece tan pronto y lo que pensamos que podíamos haber hecho se reduce a planes o listas que no se completaron porque la libertad nos deja siempre la puerta abierta y entonces el tiempo se usa sin estructura.

Es curioso como somos los humanos, y como esas estructuras que nos han regido la vida activa productiva otorgan un cierto orden, pero también una capacidad de efectividad. Cuando tenemos límite de tiempo, organizamos todo de manera que nos quepan las más de las actividades. Tenemos la sabiduría de lo finito. Aprendemos a ser mucho más precisos en los cálculos de cuánto es posible completar y cuando será que nuestra energía diaria será capaz de rendir. 

Pero al abrir la puerta de las posibilidades sin límite de pronto nada es suficiente, tenemos tiempo, creemos, de hacer todo con nuestros propios tiempos internos, no despertarnos a una hora específica se convierte en un preciado tesoro, quien se atreve a llamarme entes de las 8:00 am? Apagamos los aparatos electrónicos a las 10:00 pm aun cuando no nos vayamos a dormir sino hasta la media noche. 

Perdemos un montón de tiempo mirando a través de estas panatallas que nos traen toda clase de entretenimiento, noticias, pequeños videos con información acerca de todo y de nada, imágenes de todo tipo del mundo, macro y microscópicas con información de toda clase, un universo de información y de formas de adquirir conocimientos tan basta que se nos casi hace imposible reducir nuestro deseo de búsqueda sin fin.

La libertad nos hace ineficiente, la falta de estructura y de metas específicas a muy corto plazo nos vuelven perezosos. No queremos seguir más ese saco de fuerza que antes habitamos con una docilidad incondicional. 

Pero al mismo tiempo sabemos que esta libertad no es eterna, y que nuestro tiempo se va acortando poco a poco, y que lo que no hayamos conquistado hoy quizás sea fracaso eterno. 

Elegir en ese universo de posibilidades a veces es sumamente overwhelming