diciendo adiós-primera parte

Thanksgiving vino y se fue, los primos, mis hijas, parte de la familia nos visito. Pero siempre estas fechas, estas celebraciones tienen un principio y un fin. Y cuando ese fin nos llega, los adioses se acumulan, se agolpan uno tras otro, y nos dan esa mezcla de dolor, de tristeza, de emoción, de melancolía, de certeza y a la vez incertidumbre de si será esa la ultima ocasión o habrá otra ocasión mas.

De cuantas maneras decimos adiós? Cuantas veces decimos adiós? Regresamos? Volvemos a vernos? Son adioses temporales? Son para siempre?

Hoy pensaba en eso de los adioses, en las miles de veces en que me he despedido de los míos, las tantas veces en que me he sentado en ese avión y el dolor se apodera de mi garganta, mientras intento contener el llanto que se agolpa tras ella.

Porque decimos adiós? A quien decimos adiós? Despedirse…pienso en lo que significa despedirse, separarse, marcharse y dejar atrás lo que se queda porque uno es el que se va. O quizás no es uno el que se va, sino el que se queda, lo cierto es que los adioses, las despedidas, pocas veces son sencillas, si es que existe amor de por medio, decir adiós siempre duele.

 Lo que se queda atrás…. Me quedo pensando que es lo que se queda atrás, porque es que nos despedimos, si es porque hemos decidido caminar en direcciones diferentes, o porque la vida sigue y algunos caminamos mas lejos o quizás simplemente algunos decidimos andar menos distancias.

Los adioses, las despedidas, los cientos de veces en que nos hemos marchado, y las otras miles en que nos hemos regresado para volvernos a ir y volvernos a despedir, me hacen sentir el peso de los adioses, y el increíble sabor de la mezcla entre lo que dejas y lo que te espera; y pienso que mis hijas y lo que siento cuando se despiden siempre que se van. Siempre me dejan ver un poquito de esa tristeza porque se van, pero esa emoción de saber que se van a vivir su vidas, y me recuerdan que el amor es libre, y que no hay nada como poderlas ver volar con sus propias alas y buscar su propia felicidad.