de noche, despierta y la luz tenue del cuarto simula apenas las siluetas de sus cuerpos, no hace ruido, desea que el silencio que la envuelve siga cubriendo sus cuerpos inmóviles. escucha, ya hace mucho que se sabe de memoria ese respirar acompasado que le arrulla y le acompaña desde hace ya mas de 20 años. no se mueve, prefiere pretender que sigue dormida, mientras escucha e imagina en medio de esa oscuridad las siluetas de las hijas cuando eran pequeñas y llegaban a hablarle en voz bajita para no despertar al papa.
cuantas cosas se acumulan en la maleta de los recuerdos, cuantas vivencias de repente nos asaltan en los momentos mas extraordinarios, para recordarnos que hemos elegido lo mejor que pudimos, que hemos vivido y llenado el jarrón con dulces recuerdos de hijos risueños, o a veces llorosos que buscan nuestro amparo.
cierra los ojos y mira de nuevo, allí adentro, en sus memorias, siempre se dibuja esa sonrisa y las vocecitas de sus hijas cuando eran niñas y jugaban a la escuelita o la familia. Mira esa fila de animalitos o de muñequitas, las vuelve oír reir.
Nada nunca se compara con el verdadero amor, piensa, y entonces se vuelve decide que es bueno volverse a dormir... y se vuelve a dormir, y sueña otra vez. un suspiro se escapa de su boca y vuelve a ser feliz.
Hacer descripciones, análisis, a veces poemas, de la vida cotidiana, de las relaciones humanas y sus complicadas formas de ver nuestras realidades. Comunicar a través del amor a las palabras.
jueves, 25 de julio de 2013
recordando a mis niñas
Nací en un país tibio, con gente de corazones cálidos, lleno de música, de frutas de colores brillantes....Me fui a vivir a otro país en donde vi nevar por primera vez, donde las aves migran en los inviernos, pero regresan en las primaveras, y donde nacieron los dos tesoros mas importantes de mi vida: mis hijas.
Siempre me he preguntado donde vive la verdad?
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