se desliza,
resbala lentamente
mientras es una sola,
pero casi siempre ocurre
que tras la primera llegan las otras,
lagrimas necias,
gotitas saladas de dolor
que se agolpan una tras la otra,
y se derraman en tu cara,
y yo, que miro en silencio al otro lado del espejo,
solo te pido,
que alejas esos malos pensamientos,
que no abrigues malos sentimientos,
y que recuerdes que liberarlas es bueno,
pero sonreír es todavía mejor.