en silencio sus ojos buscan las sombras de las hojas que arrastra el viento, y como si fuera magia, de pronto el viento las levanta todas en una danza sutil. Donde están las voces que sonaban como pajaritos risueños? Donde se llevo la luna su vestido de plata y sus luceros de arrullo entre las olas del sueño? Esta época del año tiene siempre la ambivalencia de los festejos, la nostalgia y la bondad, el amor, los recuerdos envueltos en silencios largos.
Viene el viento de nuevo y arrastra con dulzura los rojos y los cafés y los silencios de las calles repletas de ayer.
Mientras camina a casa cuenta sus pasos sin darse cuenta, y mira sus manos escondidas bajo ese gris de sus guantes, y recuerda los primeros años en que esos lujos no eran parte de lo cotidiano. Como cambia todo, lo que hacemos, lo que usamos, lo que vemos, como nos vemos.
Habrá que inventarse otras razones para no sentir la nostalgia de ese ayer con quienes tanto compartió por tantos años.
Los cambios siempre son duros, porque no importa cuánto es que los deseábamos, nos hace falta la rutina y lo conocido, el eco de lo que sabíamos de cierto.
Cae la primera gota, y así sin aviso alguno, llegan un montón más mojándolo todo y llenando el aire con ese aroma de tierra fresca, recién bañada.
Ok es tiempo de volverse a casa dice, y camina aprisa aunque en realidad no la tenga. El silencio ahora es interrumpido por los golpes de las gotas en los techos, en las calles en el tiempo.
Cuánto se lleva más por costumbre que por deseo?
Vuelve el silencio que la envolvía y la lluvia escampa para darle oportunidad de volverse a casa sin tanto sufrimiento, a los que el frío nos duele no nos gusta la lluvia en el invierno.
Guarda el recuerdo, pero canta en silencio su canción desesperada y abre la puerta donde el calor de una calefacción le espera en su casa impecable de silencio, porque allí habrá tres pequeñas perritas que acaben por volverla a la realidad y a la rutina diaria. Hola! Les dice, mientras ellas saltan ladran, se pelean por recibir las primeras caricias, y entonces no le queda más remedio que sonreírle al tiempo. Vida nada me debes... piensa, vida estamos de acuerdo.
Hacer descripciones, análisis, a veces poemas, de la vida cotidiana, de las relaciones humanas y sus complicadas formas de ver nuestras realidades. Comunicar a través del amor a las palabras.
viernes, 9 de diciembre de 2016
nostalgia
Nací en un país tibio, con gente de corazones cálidos, lleno de música, de frutas de colores brillantes....Me fui a vivir a otro país en donde vi nevar por primera vez, donde las aves migran en los inviernos, pero regresan en las primaveras, y donde nacieron los dos tesoros mas importantes de mi vida: mis hijas.
Siempre me he preguntado donde vive la verdad?
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