lunes, 4 de agosto de 2014

viajar

Uno puede hacer viajes largos, puede irse lejos, puede llegar a lugares exóticos, diferentes, interesantes, simples, calurosos, fríos, semejantes....la lista es infinita cuando se trata de adjetivos que describan esos sitios a donde uno se va a viajar.
Vive la aventura, se empapa los sentidos de todo, colores, sabores, texturas, olores, sonidos. Toma uno esas fotografías que hacen ese nuevo álbum en nuestras memorias. Pero igual que las fotografías que se toman con las cámaras digitales que hoy en día tienen tantas capacidades, seguimos teniendo ese recuerdo sesgado desde esa perspectiva que nos toco observar.
Que distinta será tu imagen de la mía...pienso en mi cara y en esas expresiones que tienen mis ojos o mi boca, la forma en que recuerdas mis manos y sus movimientos, se que lo que yo recuerdo no me incluye. Esa es la enorme diferencia en las fotografías. Hacemos aquellas que nos recuerden lo que vimos, y algunas veces hay quienes se toman esa foto de sí mismos. Pero aún así esos microsegundos que nos capturan en esa imagen nunca pueden hacer justicia a la imagen completa que ven nuestros ojos, que perciben nuestros corazones.
En estos viajes uno aprende, aprende por lo que ve y por lo que vive, y también aprende por lo que los demás observan de ti.
Y hasta haces viajes dentro de estos viajes a esos recuerdos que compartieras en el ayer con quienes visitas, con esas personas con las que viajas.
Hoy regreso de este largo viaje en que me fui a despedir de mi madre, en que también me fui a despedir de mis primeros sueños y de la juventud que uno poco aprecia mientras la tiene.
Que distintos serán los siguientes viajes, vacíos de la presencia de quien me diera vida, vacíos de su risa y de sus verdades imaginadas, ya no escuchare esas historias de personajes reales pero de realidades inventadas. Te fuiste mama y yo ahora entiendo lo triste que es no poder nunca más sentir tus ojos mirándome con esa ternura que sólo las madres suelen tener.
Tambien se fue mi juventud, envejeci porque la muerte finalmente toco muy cerca de mis puertas, y por primera vez en toda mi vida, supe lo que es el nunca jamás.
Pero también aprendí que el siempre es posible, porque se con toda certeza que siempre siempre te recordare, y te querre como si nada hubiese cambiado porque en realidad nada ha cambiado, tu viaje comienza y aunque tu ya no vuelvas, yo igual te tengo en mi corazon. Te quiero siempre mama y nunca te olvidare.

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