Palabras favoritas

 Palabras que significan algo para ti o para mi…hoy tocan las de mi idioma natal.

Palabras que nos gustan por su sonido o quizás por su significado

Palabras que llenan el alma

Viento

Brisa

Niebla

Susurro

Miel

Apapacho

Colibrí 

Rocío

Petricor

Gracias

Y tú? Tienes una palabra favorita?

Los des tiempos

 Había una canción que fue hecha a partir de un poema que decía sabía virtud de conocer el tiempo.

He pensado en los des tiempos, en cómo se de sincroniza y como pareciera casi una regla que la vida te dará lecciones y uno seguirá cayendo en los mismos patrones de los des-a-tiempos. 

Me siento y me cubro con una enorme cobija del des a tiempo, del des tiempo, del llegar cuando ya no era el tiempo o partir cuando todavía tenía tiempo. 

Es casi como un juego. La vida es un juego de un reloj y un conejo que corre por los laberintos de Alicia y su país de las maravillas.

Los jóvenes de hoy viven en otro concepto de tiempo. Los abuelos apenas atinaban a llegar a tiempo cuando se les descompone la brújula y comienzan a perderse en el mundo del no tiempo. Los poetas se llaman unos a otros buscando cuál será la palabra mágica que les llegará a tiempo y descubren que no hay pócima o receta que les cure el des tiempo, el amor perdido, el silencio no buscado o el ruido incesante de una calle del olvido.

En este juego de los tiempos a des tiempo, te dibujo con la yema de mis dedos, y como si de pronto nunca te hubiera conocido, eres otro, tu rostro aparece tan desconocido como cuando nos miramos por primera vez, y ya ni siquiera recordamos que nos dijimos. 

Así reconstruyó mi rostro y el tuyo y el tuyo y el tuyo también. Llegamos un poco a destiempo pero al fin y al cabo llegamos a la mitad de un quien sabe que, para interrumpirnos y dejar esa huella en el silencio de algún olvido insistente que nos guardará para siempre en el castillo de tiempo sin tiempo.

Y así yo me despido, igual y de pronto los tiempos vuelven a estar en sincronía, o igual y no, y solo podemos rescatarnos de los des-a-tiempos montándonos en el tren apropiado que nos lleve con mucho cuidado a nuestro siguiente destino. 

Difícil saber que regula esos trenes, quien está a cargo de los tiempos de salidas y llegadas, o como es que tu nombre se dibuja en la ventana y el sol te besa con su sonrisa de mañana para que no se te olvide que aún a des tiempo, llegaste a ser parte irremediable del salón de mis recuerdos.

no hay nadie como tú

No está en uno rescatar lo que no se puede rescatar. Cuando la gente se va de nuestras vidas, cuando ellos decidieron irse, uno no puede hacer nada, aunque nos duela, aunque no entendamos porque se han ido, aunque no hayamos sido los que los empujamos. Más difícil será cuando hayamos sido nosotros quienes los empujamos inicialmente y luego hayamos querido dar marcha atrás. No hay nada que uno pueda hacer cuando ellos se han ido. Cerraron las puertas, clausuraron los puentes y apagaron las luces del salón donde algún día nos recibieron con brazos abiertos.

Hay veces que el no entender el porque nos hace regresar, tocar a su puerta, preguntar, buscar quizás esa ventana que se quedó abierta por error, metemos la mano y dejamos misivas y señales para que nos escuchen, nos entiendan, nos necesiten…pero la verdad es que nunca estuvo en nuestras manos poder retener a nadie, cuando se van, se van…y uno tiene que aprender a vivir con ese adiós.

Pero que increíble es ese deseo de poder terminar esa historia juntos, incluidos… porque uno siempre busca pertenecer. Pero se nos olvida que solo pertenecemos donde nos aman, donde los errores se pueden perdonar y donde los malos entendidos son solo eso, malos entendidos.

Es difícil aceptar que no nos necesitan, que no nos quieren en sus vidas, que dejamos de ser necesarios, o importantes, o imprescindibles. 

Hagamos un trato, no hay nadie como tu, pero tampoco hay nadie como yo, y quien se quede o quien se vaya es porque eso nos enriquece, ya sea su ausencia o su presencia. Aprende a quererte como eres, porque no hay nadie como tú.

Un cuadro en el olvido

 Recorro los rincones del olvido y reviso las orillas de la vida donde uno dejó que el silencio llenara el espacio y la luz se convirtiera lentamente en sombras. Hay un polvo fino que cubre todo y mientras avanzo veo las huellas detrás de mis pasos descalzos mientras la luz de una linterna busca algún rastro de lo que creímos haber guardado y sin querer hemos olvidado con mucho cuidado.

¿Qué buscas? Escucho esa voz de la conciencia. ¿Qué pretendes rescatar?

Reviso cada una de esas hojas amarillas que parecen retener el olor del olvido… me detengo en cada reinglón y suspiro. Se dibujan de nuevo las sonrisas de ese ayer que nos pusiera en este mismo camino. Los finales son siempre el anuncio de los principios. Creí que debía prepárame para el final desde el principio y no sabía que contigo el para siempre sería un hecho.

Así es como este salón que guarda esos recuerdos se fue haciendo oscuro y lleno de cuadros y retratos de otros “yos” que se enamoraban de la vida juntos. Entonces creíamos que lo importante estaba siempre situado en el otro y en el uno como si no pudiéramos ver más allá de nuestros cuerpos físicos. Entonces la vida nos dio el regalo de las hijas, esa extensión de uno mismo que te enseñan todas tus cualidades y todos tus defectos en grandes lecciones de la vida. Aprende uno a separar lo que creía necesario de lo que realmente es necesario. 

El aire del cuarto de los recuerdos de pronto es menos denso, y puede uno ver como el polvo se va elevando al abrir una gaveta nueva y sacar otros papeles guardados en algún folder sin rótulo. La maravilla de las sorpresas viejas vuelven a llenar nuestros corazones. 

Recuerdas con nitidez la sencillez de la juventud, los problemas eran tan insignificantes ante nuestros ojos inexpertos y no había tanto ruido el sistema, como dirían los expertos en la tecnología de hoy.

Como poder tomar un viaje en el tiempo y volver a vernos como fuimos en aquellas páginas del ayer. Como poder sentir de nuevo esa sensación de imposibilidades conquistadas simple y sencillamente porque sentíamos ese inmenso amor.

¿A dónde se va ese amor ciego que nos llenaba la vida de la juventud? ¿Se va del todo? ¿O se vuelve otro tipo de amor?

Camino de nuevo y ahora hay luz y puedo ver las hojas flotar en el cuarto del silencio que está lleno de sonidos del ayer y por un segundo vuelvo a sentir esa alegría que llenara los días del ayer.

Bailo, vuelo, canto…y regreso los papeles, las fotografías, los pedazos de mis rompecabezas a su estado original. Apago la luz mientras camino de nuevo hacia mi nuevo yo. 

Entonces te pregunto si tu recuerdas y que recuerdas del principio. Somos los mismos aunque ya seamos otros, te sigo admirando, te sigo queriendo y quiero seguir construyendo nuestro cuarto oscuro donde el polvo se vuelve a acumular porque hemos podido seguir guardando memorias y recuerdos para re visitar en un futuro sin miedos, sin rencores, sin distancias. No tenemos que ser perfectos, solo somos quienes elegimos ser en el final y en el principio, donde aprendimos a construir juntos esta cuadro en el olvido.