Fui a Veracruz en un viaje corto la última vez que fui a México.
Me acorde de ti
Pensé en que la vida y la muerte se mezclan a nuestra edad, y las lágrimas se asoman de repente sin aparente razón.
Despedimos a los viejos así con una mezcla de risa y llanto.
Me acuerdo muy seguido de ti, re visito a veces todos esos eventos que precedieron tu muerte, y también a veces los que vivimos después.
Tengo tantas cosas tuyas que hoy uso siempre pensando en ti.
Uno no puede no sentir que hay algo de nosotros que hubiera querido hacer algunas de las cosas que hemos hecho de alguna manera distinta.
Me hubiera gustado que me contaras más para yo escribir tus historias fantásticas, aun cuando no fuesen del todo ciertas...
En fin, hago memoria del mar, de ese mar de Veracruz, de esa sensación de calor húmedo, ese calor pegajoso que siempre asocie con aquella casa donde la tía Mina corría a la cocina y nos preparaban cosas calientes en medio del ruido de las conversaciones cruzadas de la familia, de los gritos de tus primas y del zumbido de un ventilador.
Los muebles de mimbre reverberan en mi memoria, y tú, tú me visitas de nuevo con esa sonrisa y esos ojos tristes de la no memoria de tu vida que se me quedaron grabados las últimas veces que te visite, y tengo que decirte que te he extrañado y que pienso mucho en ti.