A la vuelta de unos treinta y tantos años mas
descubro a que se refería.
Los matrimonios son toda una aventura de caminatas,
a veces forzadas, donde las partes que participan siempre tienen que dar,
modificar, acomodar, ignorar, pasar por alto, en fin… una tarea inmensa de
lucha por sobrevivir como uno es, sin cambiar. Y esa promesa que nos hicimos de
querernos en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad… debe de
incluir en lo que nos gusta y lo que no nos gusta de nuestra pareja, pero sobre
todas las cosas, debería de incluir con o sin cambios, te querré como eres a
pesar de no entenderte 100%, de no
saber porque piensas como lo haces, y de no siempre entender tu idioma interno.
Te querré como eres y no esperare que hagas ningún
cambio por mi, te querré y aceptare exactamente como eres con todo y tus
millones de idiosincrasias. Te querré para siempre, te querré y sin cambiar
esperare que vos también me quieras exactamente como soy, ni mas ni menos que
como soy…



